¡Por fin llegó el verano! y con él llega la temporada de playa, salir con ropa más ligera y como no, la hora de lucir un bello bronceado. Y claro, como todo el mundo sabe, la exposición solar es perjudicial para la piel, así que decides que es indispensable tomar precauciones a la hora de ir a la playa; te compras tu protección solar, la aplicas por tu cuerpo, te tumbas tranquilamente y dejas que Lorenzo acaricie tu piel con sus cálidos dedos, pensando que estás plenamente protegido… Pero..¿Estás seguro de que lo estás haciendo bien?.
Primero, hay que tener en cuenta que estamos expuestos a la radiación solar no sólo cuando vamos a la playa, sino desde que salimos de casa. Datos recientes confirman que el sol está más peligroso que nunca ya que la capa de ozono encargada de filtrar los rayos ultravioletas (los C son los más dañinos) está cada vez más fina y como consecuencia hace que nuestra piel se queme con más facilidad. Por ello hay que tomar más precauciones que el mero acto de untarse protección solar cuando llegamos a la playa y olvidarnos hasta el próximo día. Si quieres saber cómo defenderte mejor ante el sol y el calor y tener una piel sana, sigue los siguientes consejos y seguro que verás los resultados.
Consejos prácticos para cuidar tu piel en verano:
- Evita exponerte al sol en las horas centrales del día. De 10 de la mañana a 4 de la tarde, incluso llevando protección solar, estas horas son muy perjudiciales. Recuerda que aunque el día esté nublado las radiaciones siguen ahí, ya que la nubes dejan pasar un 80%.
- Usa complementos para proteger tu piel; el uso de sombreros y gorros es muy aconsejable ya que cubre esa parte de nuestro cuerpo a las que no podemos aplicar protección solar y a aquellas que son las grandes olvidadas como las orejas, el cuello o el dorso de la cara. Por eso hacemos hincapié en que cuando te apliques la crema también lo hagas por estas zonas. Las gafas de sol y la ropa oscura son también buenos aliados contra el sol. Últimos estudios confirman que existe una estrecha relación con el cuidado de la vista mediante el uso de gafas de sol. Los estudios demuestran que la melanina de la retina tiene el mismo origen embrionario que la de la piel. Debido a ello, el estímulo de la melanina de la retina por el sol influye en la melanina cutánea negativamente. Se concluye que las gafas de sol son beneficiosas para la protección cutánea porque suponen una protección ante el hecho de que la melanina de la retina es estimulada por la luz transmitiéndose los efectos perniciosos a la piel. «
- Hay que usar protector en nuestro día a día y no sólo para ir a la playa. Aquí te damos algunos consejo para hacer un buen uso de ellos:
- Es aconsejable utilizar uno de amplio espectro, es decir, que tenga cobertura para los tipos de rayos ultravioleta (UVA y UVB).
- El factor de protección (FPS o SPF) debe ser mayor de 30.
- Ponerse una buena cantidad, y no olvidar orejas, dorsos des pies y manos y cuello.
- Usar el mismos factor en todo el cuerpo.
- Usar siempre el mismo factor y no bajar de factor a medida que nos vamos bronceando.
- En cuanto a su conservación, no dejar el bote destapado ni mucho tiempo al sol y por supuesto vigilar la fecha de caducidad.
- Hay que tener especial cuidado con los niños menores de un año que, aunque lleven protección solar, no es recomendable que tomen el sol. También las personas que toman medicamentos fotosensibilizantes tienen que tomar precauciones, ya que que sensibilizan la piel, y pueden sufrir quemaduras. Si se tiene antecedentes de cáncer o muchos lunares o si tiene alguna enfermedad fotosensible o con infección activa en la piel, hay que andarse con mucho ojo.
Aparte de estas indicaciones te aconsejamos que estés muy bien hidratado/a ya que la deshidratación puede producir sequedad, marcas de expresión, flacidez y un tono de piel apagado. Comer mucha fruta y verdura para obtener todos los antioxidantes y los nutrientes que la piel necesita. Desmaquilla tu cara todos los días y no te apliques perfume cuando te expongas al sol ya que el psoraleno de los perfumes (sobre todo en el caso de los perfumes cítricos) puede producir manchas permanentes en la piel al reaccionar con la radiación solar.