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El melanoma es un tipo de cáncer de piel que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Normalmente, en los hombres, el melanoma se encuentra a menudo en el tronco, o en la cabeza y el cuello. En las mujeres, el melanoma se forma con mayor frecuencia en los brazos y las piernas.

Detectar el melanoma a tiempo aumenta considerablemente las posibilidades de recuperación y por este motivo lo mejor es realizar autoexploraciones periódicamente para observar algún cambio significativo en la piel. Si observas que aparece un lunar nuevo o que uno ya existente muestre alguna modificación, debes acudir al dermatólogo para que te haga un diagnóstico.

Vigilar los lunares

Según un nuevo meta análisis de la revista de la Academia Americana de Dermatología de Estados Unidos, cerca de 1 de cada 3 melanomas surgen de lunares preexistentes.

El hecho de vigilar los lunares hace que prestemos más atención a las marcas de la piel. Así, si detectamos algún cambio en un lunar ya existente nos puede dar la pista de que algo está cambiando en nuestro organismo.

 

¿Qué buscar en los lunares?

Hay 6 factores que pueden indicar que tienes melanoma:

Lunar asimétrico

Para saber si un lunar no es asimétrico, traza una línea imaginaria por el centro del lunar. Si las dos mitades no coinciden, esto puede indicar que estamos ante un melanoma.

Bordes irregulares

Aquí lo que debes buscar es que los bordes estén bien definidos y sean nítidas. Si observas que son distintos, con apariencia nebulosa o que se desvanecen en la piel de alrededor, debes consultarlo con tu dermatólogo.

Color

El color es otra factor importante a tener en cuenta. Un lunar benigno suele ser generalmente tono café, más claro o más oscuro, pero siempre de forma uniforme. Si observamos que alguna parte de del lunar varía de color o si una parte es más oscura y otra más clara, negra o incluso del color de la piel, debemos prestarle atención.

Tamaño

Si un lunar demasiado grande podría indicar que estamos ante un melanoma. Para hacernos una idea, podemos tomar como referencia un lápiz con goma de borrar. Si el lunar supera el tamaño de la goma debemos acudir al especialista a que lo revise.

Lunares que cambian

Si aparte de los cambios anteriores observamos que empieza a sangrar, provoca dolor o pica debemos acudir con urgencia al médico.

Un lunar diferente

Si todos los lunares son similares, pero encontramos uno distinto, esto puede ser motivo de preocupación y debemos vigilarlo. Que sea distinto no implica que sea maligno pero sí que debemos prestarle atención.