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No dejes pasar más tiempo y aprovecha a primavera para darle una nueva vida a tu piel.

Los primeros signos de flacidez facial suelen parecer a partir de los 35 años debido a que la producción natural de colágeno se ralentiza desde los 20 años. Pero hoy en día existen numerosas técnicas para inducir la producción de colágeno necesaria para prevenir el descolgamiento facial prematuro.

¿Por qué es tan importante el colágeno para la piel?

El colágeno es una proteína que se organiza en forma de fibras que crean redes para sujetar los tejidos, por eso es tan importante para la firmeza de la piel.
A partir de los 20 años el número de fibroblastos (células que sintetizan el colágeno) va disminuyendo progresivamente lo que ocasiona una modificación en la estructura del colágeno. Este cambio estructural hace que el colágeno comience a agruparse formando nudos irregulares y dejando amplios espacios entre ellos lo que provoca la flacidez de la piel y el descolgamiento gradual de los tejidos.

¿Cuáles son los primeros síntomas de la pérdida de colágeno?

La pérdida de volumen en los pómulos, ceja caída y flacidez en la línea mandibular son los primeros signos que delatan la pérdida de colágeno y por consiguiente la flacidez facial.
Por eso es importante, ante la aparición de los primeros síntomas, comenzar la estimulación de la producción colágeno como tratamiento para prevenir o corregir la flacidez.

¿Cuáles son los principales tratamientos para inducir colágeno?

Existen varias técnicas muy efectivas que son mínimamente invasivas.

Materiales de relleno infiltrables

Este tratamiento consiste en infiltrar unos materiales de relleno (ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica, ácido poliláctico) que producen una reacción inflamatoria cuyos efectos son primero un efecto tensor inmediato y a medio plazo estimula la producción de colágeno.

El resultado obtenido es muy natural ya que el objetivo del tratamiento no es la aportación de volumen, sino la estimulación de la síntesis de fibras colágenas.

Nosotros recomendamos el uso de Ellanse, un compuesto de diprocaprolactona que consigue tanto rellenar como tensar la piel.

Profhilo

La técnica de Bioremodelación Facial con Profhilo no sólo nos devolverá la firmeza a la piel sino que también regenerará y remodelará la cara.
Gracias a la técnica de 5 puntos de inyección de este ácido hialurónico podemos conseguir rejuvenecer el rostro. Estos puntos se localizan en zonas en que se encuentra una red capilar linfática muy bien estructurada que permite la difusión del producto en las áreas malar y submalar (mejilla y debajo de la mejilla).
Esta técnica es rápida, sencilla y muy efectiva y también se puede hacer extensiva a manos, cuello y brazos. En el caso de manos y cuello se practica con una cánula y para los brazos se utiliza una técnica de 7 puntos de inyección.

Hilos tensores

El tratamiento con hilos tensores es sencillo, poco invasivo y seguro. Además consigue unos resultados muy naturales y duraderos, llegando a mantenerse entre 12 y 18 meses.

Esta técnica consiste en la colocación de unos hilos intradérmicos tanto en el rostro como en el cuerpo. Para la cara se colocan unos hilos que van desde la oreja hasta el surco nasogeniano (entre la nariz y la boca) y llega hasta el lateral del mentón. De este modo se recoloca el pómulo en su posición original para tensar y reafirmar el óvalo facial.
Los hilos que usamos para el tratamiento están realizados en Polidioxanona (PDO), son 100% biocompatibles y reabsorbibles por el organismo.

Dermapen

Dermapen es un dispositivo dotado de microagujas que penetran en la piel estimulando la producción de colágeno. Dermapen funciona realizando múltiples punciones cutáneas para que la piel responda como cuando cura una herida, produciendo colágeno nuevo y elastina.

Con Dermapen conseguimos mejorar la calidad y textura de la piel, logrando una apariencia más suave y firme. Además ayuda a corregir y difuminar tanto arrugas y líneas de expresión como cicatrices quirúrgicas y de acné.