La rinomodelación permite realizar pequeños cambios en la zona nasal para mejorar su apariencia sin pasar por quirófano.
Gran parte de la belleza y el equilibrio del rostro dependen de la nariz, ya que al encontrarse en una zona estratégica, justo en el centro de la cara, influye bastante en nuestro aspecto. Todo depende del conjunto, si la nariz tiene un tamaño desproporcionado, si está un poco desviada, o tiene un caballete prominente, etc, puede comprometer nuestro atractivo o incluso transmitir aspectos del carácter que no son reales.
¿En qué consiste la rinomodelación?
La rinomodelación es un procedimiento médico estético mediante el cual podemos mejorar el aspecto de la nariz sin recurrir a la cirugía. Se pueden conseguir unos resultados excelentes simplemente con la aplicación de materiales de relleno, como el Ácido Hialurónico y la Hidroxiapatita Cálcica, en puntos estratégicos de la zona.
La rinomodelación permite corregir deformidades leves y moderadas sin necesidad de cortes ni bisturí.
¿Cómo se realiza la rinomodelación?
Como hemos dicho antes, no requiere el paso por quirófano, sólo uso de anestesia local. A continuación se aplica el Ácido Hialurónico o la Hidroxiapatita Cálcica (dependiendo de la zona a tratar) en distintos puntos para lograr una nariz proporcionada. De esta forma se puede reducir o eliminar el caballete, elevar la punta de la nariz o corregir su trayectoria.
El Ácido Hialurónico se utiliza para remodelar pequeñas gibas o hacer los ángulos nasofrontales y naso labiales más armoniosos. Para ello se infiltra esta sustancia justo encima de los huesos o de los cartílagos nasales. También permite trabajar el tabique para darle una forma más estética. Pero si lo que se necesita es que el relleno entre en contacto con el hueso, entonces se utiliza Hidroxiapatita Cálcica.
Procedimiento y recuperación
La rinomodelación es un procedimiento que se realiza con uso de anestesia local y que según el paciente puede requerir de una a varias sesiones. Suelen durar unos 30 minutos durante los cuales se realizan infiltraciones (externas para remodelar el dorso de la nariz o internas para trabajar con el tabique o la base de la nariz).
El tratamiento no es doloroso y es mínimamente invasivo, no requiere postoperatorio y los cuidados posteriores sólo exigen no realizar ninguna actividad física ni presionar la zona tratada de manera inmediata.
La rinomodelación tiene una media de 1 año de duración, tras el cual hay que repetir el tratamiento.
A tener en cuenta..
Este procedimiento sirve para realizar leves modificaciones que armonizan el aspecto de la nariz. Para reducir el tamaño o para corregir un dorso nasal muy prominente hay que recurrir a la cirugía. Además está contraindicado en mujeres embarazadas o lactantes y en personas con procesos inflamatorios o infecciones en las zonas adyacentes como herpes o acné.