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Bien es sabido por todos que el tabaco es nocivo para la salud ya que no solo está relacionado con enfermedades pulmonares y el desarrollo de cáncer, sino que también afecta a nuestra piel, destruyendo el colágeno y acelerando su envejecimiento.

Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) el tabaco está incluido entre las causas externas, como el sol, el estrés, el alcohol, la contaminación o las drogas, que hacen que nuestra piel se vea menos joven. El tabaco produce alteraciones tales deshidratación,dificultad de cicatrización, olor corporal, alteraciones en la boca, cáncer y arrugas prematuras. Al parecer, la aparición prematura de arrugas es debido a cambios en la cantidad y calidad del colágeno producidos por la disminución de los niveles de vitamina A.

Los sujetos fumadores de ambos sexos de más de 30 años presentan una mayor cantidad de arrugas que personas no fumadoras, una piel más quebradiza e inflexible debido a la deshidratación y poca oxigenación de las células y un tono pálido parecido al amarillo grisáceo.

Por otra parte, fumar afecta a la cicatrización  ya que la nicotina provoca una mala circulación periférica haciendo llegar menos oxígeno a los tejidos periféricos. Por esta razón se recomienda no fumar al menos una semana antes y otra después de una intervención, ya que las personas fumadoras tienen más riesgo de sufrir necrosis en una herida que los no fumadores.

Pero la cosa no queda ahí, si quieres presumir de una boca perfecta, entonces el tabaco es tu mayor enemigo ya que produce gingivitis, despigmentación de los dientes y con el tiempo puede originar cáncer de labio debido a la microagresión repetida que se suma a la exposición solar.

Así que el proceso de envejecimiento cutáneo no está solo condicionado por la genética (influye sólo un 25% en este proceso), sino que hay que valorar también del cuidado que proporcionemos a nuestro cuerpo.

Distintas investigaciones afirman que el tabaco y los rayos ultravioletas son factores fundamentales para el envejecimiento prematuro de nuestra piel; es más, según un trabajo publicado en la revista “Archives of Dermatology” plantea que el tabaco también afecta a las partes de nuestra piel que no están expuestas a los rayos solares y que el grado de envejecimiento está relacionado directamente con la cantidad de tabaco que se consuma al día.

Fuente:

http://www.efesalud.com/noticias/piel-y-tabaco-una-pareja-incompatible/