Carboxiterapia
La carboxiterapia es un tratamiento que consiste en realizar infiltraciones de dióxido de carbono bajo la piel para combatir la celulitis, la grasa localizada o la flacidez.
La carboxitera es una técnica mínimamente invasiva y se realiza mediante la aplicación de CO2 en las zonas a tratar para que el organismo segregue sustancias neurotransmisoras (catecolaminas, serotonina e histamina) que permitan la relajación del tejido subcutáneo y una dilatación vascular.
Como resultado obtenemos una mayor oxigenación en la zona debido a un aumento del torrente sanguíneo.
¿Qué aplicaciones tiene la Carboxiterapia?
Con esta técnica conseguiremos:
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Mejora en nuestra circulación
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Reducción de la grasa acumulada y la celulitis,
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Mejora de las marcas de estrías y cicatrices.
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Mayor firmeza de la piel
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Rejuvenecimiento de la piel
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Reducción de volumen
¿Qué zonas se benefician más de la Carboxiterapia?
Como hemos mencionado antes, el aumento del flujo sanguíneo ocasiona que la piel mejore su apariencia y se vean más firmes debido a un aumento del colágeno. Las zonas que más se benefician de este tratamiento son:
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Cara.
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Ojeras
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Cuello
- Abdomen
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Estómago
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Brazos
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Nalgas
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Piernas
La carboxiterapia también se utiliza en rostro y cuerpo, devolviendo la vitalidad y elasticidad del rostro que se pierden con la edad. En cuerpo también reduce flacidez, grasa y celulitis
¿Cómo se realizan estos tratamientos?
Dependiendo de la zona que vayas a tratar, se suelen requerir de 5 a 10 sesiones. No hay que guardar reposo tras las sesiones, pero sí se debe evitar la exposición directa al sol en los siguientes 2 días.