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El verano es amigo de la piel atópica ya que el sol y el agua salada suelen mejorar los síntomas y otros factores desencadenantes de brotes ,como las bajas temperaturas o la calefacción, desaparecen del entorno.

Sin embargo pueden surgir otros agentes que puedan intervenir alterando la salud y ocasionando que aparezca algún brote:

  • Aire acondicionado; puede afectar bastante a la piel atópica debido al contraste de temperaturas y a que reseca mucho la piel.
  • Sudoración; el exceso de sudor y humedad pueden contribuir a que aparezcan nuevos brotes.
  • Piscinas; especialmente por el cloro, ya que reseca mucho la piel y desde luego puede llegar a irritar mucho la piel atópica.
  • La dureza del agua; si decidimos viajar en vacaciones hay que estar atentos a la dureza del agua porque si es superior a la de nuestra casa, también puede empeorar el estado de este tipo de pieles.

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Nuestras recomendaciones para evitar en lo posible que surja algún brote son las siguientes:

  • Usar una crema de barrera para ir a la piscina. Este tipo de cremas crea una capa protectora para evitar sufrir daños por el cloro. Lo ideal es aplicarla 30 minutos antes, sobre todo en las zonas donde suelen salir eccemas.
  • Utilizar un protección solar específica para piel atópica y así evitar la aparición de brotes por reacción a la crema solar.
  • Aumentar el número de duchas a 2 para eliminar los restos de cloro, sal o sudor que puedan irritar la piel. Eso sí, deben ser duchas cortas, con agua tibia y sobre todo con geles específicos para piel atópica. Al secar intentar no frotar demasiado la piel.
  • Hidratar la piel constantemente, especialmente después de la ducha.
  • Evitar el uso de tejidos sintéticos y usar preferentemente ropa de algodón, no sólo nos referimos a la ropa de vestir, sino también a ropa de cama y toallas.

Sobre todo, no abandonar los cuidados específicos para este tipo de piel aunque veamos que haya una mejoría en verano. Es un fallo muy frecuente, al ver que mejora dejar de aplicar los productos correspondientes y en consecuencia sufrir un brote.