Teléfono Huelva: 959 284 889 | Teléfono Sevilla: 954 571 468

Los quistes queloides, también llamados “cicatriz fea” son el resultado de un proceso anómalo de cicatrización de nuestra piel.

Su aspecto es abultado y de color rosado, y se originan cuando nos hacemos una herida y nuestro organismo responde a ella activando los mecanismos para cerrarla. Dentro de estos mecanismos se encuentra la formación de fibroblastos, unas células que componen el colágeno necesario para la cicatrización.

A veces estas células se descontrolan y piensan que la herida sigue abierta, produciendo un exceso colágeno que da forma a una cicatrización constante.

¿Puedo padecerlo?

Normalmente la aparición de estos quistes queloides depende de factores anatómicos y genéticos, por lo que no se puede prever a ciencia cierta quien los va a padecer. Lo que se sabe es que hay zonas donde su aparición es más frecuente y que las personas de color son más propensas a su desarrollo.

¿Cómo se trata?

Existen tres tipos de tratamientos que se pueden combinar para un resultado más eficaz.

  • Uso de polímeros y derivados de la silicona en forma de tiritas o cremas para mejorar la cicatrización, aplicados de manera preventiva.
  • Terapia intralesionar con inyecciones de medicamentos dentro del queloide (derivados de la cortisona) que inhiben la proliferación de fibroblastos.
  • Tratamiento láser, enfocado a queloides rojizos o amoratados con una alta carga de vasos sanguíneos, su uso consigue cerrarlos y evitar la proliferación de células al cortar el suministro de oxígeno.

Cómo prevenirlos

La manera más efectiva es evitar cirugías en pacientes propensos a la formación de quistes queloides, pero como algunas intervenciones son inevitables, lo ideal es el uso de corticoides y geles de silicona en fase postoperatoria.

Los quistes queloides son cicatrizaciones anómalas de las heridas por un exceso de colágeno y fibroblastos que el organismo no para de enviar a la zona afectada, pese a ello se puede tratar y prevenir en los pacientes que tienen una disposición genética a sufrirlos, lo ideal es contactar primero con nuestro especialista de confianza y pedir un examen médico