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El síndrome de SAHA es un trastorno que se caracteriza por la presencia de seborrea, acné, hirsutismo (exceso de vello en áreas extremadamente similares con hombres) y alopecia androgénica. El SAHA se manifiesta como una respuesta del sistema pilosebáceo a la estimulación de hormonas androgénicas. Por lo general, afecta a mujeres jóvenes o de mediana edad. Puede estar asociado con niveles elevados de andrógenos en la sangre (hormonas masculinas) o una respuesta periférica exagerada a niveles normales de andrógenos.

La presencia simultánea de las cuatro manifestaciones (seborrea, acné, hirsutismo y alopecia androgénica) solo se observa en el 20% de los pacientes. Estas son algunas de las manifestaciones que pueden estar asociadas con el síndrome de ovario poliquístico, mastitis química, obesidad, irregularidades menstruales e infertilidad.

Tipos de síndromes SAHA 

Podemos hablar de la existencia de cinco tipos de síndromes SAHA, te los cuento a continuación.

Idiopático o familiar

Conocido también como «hiperandrogenismo étnico», esta variante es muy común en la región mediterránea. Su origen aún no se conoce del todo pero se sospecha que puede deberse a una mayor sensibilidad genéticamente determinada en los receptores periféricos de los andrógenos o a un aumento del metabolismo androgénico en la piel. En general, no se observan alteraciones hormonales en los análisis. Las mujeres afectadas suelen presentar hirsutismo en la zona de las patillas y acné inflamatorio.

Ovárico

En este tipo hay un aumento en la actividad metabólica de los andrógenos en los ovarios aunque, en la mayoría de los casos, no se observan alteraciones ecográficas significativas en estos. Este fenómeno suele afectar a mujeres jóvenes que experimentan síntomas como seborrea intensa, acné inflamatorio cicatricial, hirsutismo facial en la parte lateral y central del cuerpo, y alopecia androgénica. Además, es común que estas tengan sobrepeso, obesidad y/o problemas menstruales como oligomenorrea. Los análisis suelen mostrar un aumento en la relación de LH/FSH, así como niveles elevados de androstenediona y testosterona libre, junto con una disminución de la SHBG (globulina enlazante de hormonas sexuales).

Adrenal (suprarrenal)

La seborrea, en este tipo, se manifiesta de manera intensa, acompañada de acné noduloquístico en la cara y la espalda. Además, se pueden observar signos de alopecia androgénica e hirsutismo leve o moderado en zonas centrales o laterales. Una característica distintiva en este es la mayor extensión del vello púbico hacia el abdomen e incluso hasta el tórax. Las pacientes tienden a ser delgadas, propensas al estrés y presentar ciclos menstruales más prolongados, superando los 30 días. No es raro que se omita algún ciclo menstrual, y cuando ocurre, las reglas suelen ser largas y dolorosas.

Desde el punto de vista bioquímico, se observa un aumento de la DHEAS (dihidroepiandrosterona sulfato) y de la androstendiona. Los niveles de prolactina, SHBG y testosterona son normales, aunque en casos más severos puede haber un aumento en el cortisol plasmático.

Hiperprolactinémico. 

Se manifiesta de manera muy parecida al síndrome SAHA adrenal. El acné nódulo-quístico y el hirsutismo son sus signos más característicos aunque también puede aparecer galactorrea. En la analítica destaca un exceso de prolactina.

Síndrome HAIRAN. 

Este se caracteriza por la presencia de hiperandrogenismo, resistencia a la insulina y acantosis nigricans. Las pacientes son jóvenes, y la mayoría de las veces son obesas, con seborrea, acné, hirsutismo, alopecia androgénica, acantosis nigricans y diabetes o tendencia a la misma. La insulina estimula al ovario para fabricar andrógenos y reduce la formación de SHBG. En la analítica hay un aumento de distintos andrógenos, de insulina, de glucosa, de cortisol y de progesterona.

Manifestaciones del síndrome SAHA

Las manifestaciones de este síndrome, por lo general no aparecen de manera conjunta, sino que se presentan algunos signos. Su intensidad puede ser muy variable. Las manifestaciones del SAHA no aparecen hasta llegada la pubertad, junto con el desarrollo androgénico.

Seborrea y acné

La seborrea o exceso de sebo, sobre todo en las zonas de más presencia de glándulas sebáceas. Así se observa en la cara, el pecho, la espalda y el cuero cabelludo.

El acné se suele manifestar o perdurar más allá de los 18 o 20 años.

Hirsutismo

Supone la aparición de exceso de vello en las zonas típicas masculinas: bigote, barba, patillas, axilas, areolas mamarias, tórax, abdomen (por encima y debajo del ombligo), muslos y espalda.

Alopecia androgénica

Provocada por el exceso de acción androgénica se da una pérdida progresiva de los cabellos y su desaparición en determinadas zonas del cuero cabelludo. En las mujeres, afecta al área de “la coronilla”.

Tratamiento del síndrome SAHA

Las manifestaciones androgénicas pueden no necesitar tratamiento, se aplicará según su gravedad. Además, el tratamiento para el síndrome SAHA dependerá de las manifestaciones y su origen. Será el dermatólogo, el ginecólogo y/o el endocrinólogo quienes lo prescriban. Contar con un equipo médico multidisciplinario siempre resulta beneficioso para el paciente, por ejemplo:

  • En los pacientes en los que el síndrome está asociado al sobrepeso u obesidad, al perder esos kilos de más van a ver que los síntomas mejoran.
  • En el síndrome SAHA idiopático se pueden prescribir antiandrógenos orales en dosis bajas. 
  • El síndrome SAHA ovárico puede ser tratado con andrógenos sanguíneos elevados con combinación anticonceptivos orales de antiandrógeno más estrógeno.
  • El SAHA adrenal debe ser tratado suprimiendo corticoides junto con antiandrógenos.
  • El SAHA hiperprolactinémico mejora con la combinación de bromocriptina y corticoides.

El síndrome de SAHA es un trastorno que presenta síntomas como seborrea, acné, hirsutismo (crecimiento excesivo de vello en zonas similares a las de los hombres) y alopecia androgénica. Por lo general, afecta a mujeres en edades jóvenes o medianas. Si sufres alguno de estos síntomas, acude a tu dermatólogo para que te realice un diagnóstico adecuado y su tratamiento correspondiente si fuese necesario.