Este verano promete ser uno de los más intensos de los últimos años, con una pandemia que nos dejó encerrados en casa durante la época estival de 2020, en esta ocasión la gente tiene más ganas de salir y disfrutar del buen tiempo que nunca.
Por eso es necesario recordar la importancia de la prevención y la protección para disfrutar del sol con seguridad, cuidar nuestra piel y evitar sustos como quemaduras o melanomas.
¡Te contamos todo lo que debes saber a la hora de recibir el sol y cómo debes protegerte!
Las 10 prácticas seguras para tomar el sol
- Aplicar el protector solar 30 minutos antes de casa y renovar la aplicación cada 2-3 horas. En las zonas sensibles, como puede ser la cara o cicatrices de más de 6 meses (ya que las previas es mejor no exponerlas al sol) el factor de protección debe ser más alto.
- Usar protección solar siempre, aunque el día esté nublado o haga más fresco.
- Utilizar tanto protectores químicos (cremas solares) como físicos:
- Gafas de sol
- Sombrero
- Cubrir el cuerpo con ropa
- Utilizar prendas con Factor de Protección Ultravioleta…
- No tomar el sol durante las horas centrales del día que van desde las 12:00 a las 17:00
- No exponer a los niños menores de 3 años directamente al sol y siempre utilizar una crema de protección solar de factor alto. Recordamos que los daños solares más peligrosos son los que se sufren en la niñez y adolescencia y son los que luego dan la cara como cáncer de piel.
- En la playa o la piscina hay que secarse muy bien después del baño, ya que las gotas de agua actúan como lupas.
- Proteger a los niños con camisetas oscuras y no dejarlos con camiseta mojada (a no ser que sean especiales) ya que dejan pasar con mayor facilidad los rayos UV.
- Realizar actividades deportivas al aire libre siempre a primera o últimas horas del día.
- Beber mucha agua y vigilar sobre todo a las personas mayores, cuya sensación de sed está atenuada y a los niños, cuya necesidad de agua es importante y su termorregulación es todavía inmadura.
- Visita al dermatólogo regularmente en especial si notas algún cambio en la piel, o algún lunar que cambie de forma, color o tamaños.
Con este decálogo de buenas prácticas podrás disfrutar el sol con mayor seguridad, teniendo un verano agradable alejado de las incómodas y perjudiciales quemaduras.